De repente desaparece de mi visión, yo no me preocupo hasta que vuelve porque tira sin esfuerzo algo al suelo y su mirada se clava en mí. Yo sonrío con cierto nerviosismo porque sé que lo que viene a continuación es lo que deseo. Me levanto del sofá, no sin antes desafiarle un poquito con la mirada. Él me sonríe meneando la cabeza, pero sé que debo temerlo, solo es el comienzo de una intensa sesión. Justo cuando voy a agacharme, él niega con un minúsculo sonido.
—Hace frío —No puedo evitar provocarle, aunque sufra alguna consecuencia.
—Lo sé —me responde impasible—. Puedes dejarte las bragas de momento.
Me recojo el pelo en un moño mal hecho y me quito los pantalones y el top que llevo en ese momento. Me pongo de rodilla sobre el cojín que hay en el suelo. Él vuelve a desaparecer y yo solo miro hacia la puerta y sonrío de oreja a oreja cuando lo veo llegar, lleva una camiseta negra y mi vaquero favorito.
—Eres malo —digo en un susurro.
—Todavía no hice nada.
Se coloca detrás de mí y me atrapa las manos con un arnés, el cual está unido a una cinta que rodea mi cuello. Yo ya empiezo a sentir el cosquilleo en mi estómago, siento su aliento en mi nuca, sus dedos rozan mi brazo cuando se coloca delante de mí y me mira desde su altura.
—¿Por dónde íbamos?
Suya Siempre 🖤🐶🦊
Cé
No hay comentarios:
Publicar un comentario